CONSEJOS DETALLADOS PARA ESCRIBIR SIN DESESPERAR AL PERSONAL

Todo escritor se enfrenta a problemas muy variados en el momento de tomar la pluma o martillear el teclado. Algunos de ellos no podrá resolverlos por más que se esfuerce, como sucede con la falta de imaginación, la poca inteligencia al presentar la historia o, en el caso de la poesía, la escasa sensibilidad para apreciar y transmitir los matices. Hay otros problemas, sin embargo, que son de fácil solución con la ayuda de un diccionario y algo de empeño. Cuesta imaginarse hasta qué punto un texto puede cambiar de arriba a abajo aplicando estos inocentes consejos.

  1. Hazte enseguida con dos buenos diccionarios: uno de lengua y otro de sinónimos. Transformarán tus textos por completo, y de algún modo también te transformarán a ti. Del primer tipo, se aconsejan el de la RAE y el de María Moliner. Del segundo tipo hay varios en el mercado que pueden servirte, siempre que ofrezcan una gran cantidad de sinónimos. Ojéalo antes de comprarlo, y busca algunas palabras concretas (manzana o silla) y otras abstractas (ilusión o muerte).
  2. Utiliza las palabras más precisas y exactas que puedas. Si, al hablar de un barco, puedes usar el verbo tripular en lugar de conducir, mejor que mejor.
  3. Evita la repetición de palabras que estén muy próximas entre sí, aunque no aparezcan con la misma forma. Si puedes escribir entonaba una canción, y no cantaba una canción, hazlo sin dudar.
  4. No seas redundante, es decir, no digas cosas que ya se dan por supuestas, porque lo que escribas parecerá una estupidez. No aceptes frases del tipo Se durmió y empezó a soñar con una pesadilla, porque es lo mismo que decir Tuvo una pesadilla. Lo demás (que se ha dormido y que sueña) se sobreentiende, y el lector no quiere ser tratado como si fuera tonto.
  5. Huye de las palabras vacías como de la peste. No uses nombres como cosa o algo, adjetivos como bonito, bueno, malo, ni verbos del tipo hacer o haber. Si encuentras una palabra más precisa, mejor.
  6. Cuando veas una frase hecha, sal corriendo. No tiene mérito (ni gracia) decir que un personaje es más pesado que el plomo, ni que en la noche brilla una luna plateada. Estamos recurriendo al cliché, y eso puede hacerlo cualquiera aunque no sepa escribir.
  7. No uses expresiones vulgares, a no ser que quieras reflejar el modo de ser de un personaje. Son vulgares los giros del tipo delante mío, tener mucha marcha, ir en plan de algo, etc.
  8. También has de evitar el eufemismo, que consiste en usar un lenguaje cursi para evitar palabras desagradables. Los extremos sólo son buenos cuando buscamos un efecto concreto. La frase Quien se acuesta con niños, se levanta meado queda tan mal como la expresión Quien con infantes pernocta, excrementado alborea. A veces, sin embargo, el eufemismo puede ser cómico, como sucede en Hueles, y no a ámbar.
  9. Ten mucho cuidado con los neologismos. Supone una falta de respeto al lector atosigarlo con verbos del tipo de explosionar, visionar, posicionarse, etc. Abusar de palabras inglesas y francesas provoca en el lector la sensación de estar leyendo el texto de un listillo que en el fondo es un idiota. No olvides que lo más importante en un texto es ganarse la simpatía del lector. Si no nos hacemos amigos de él y no lo convencemos de que somos igual de inteligentes, no nos escuchará.
  10. Cuando escribas en prosa (un cuento, por ejemplo), evita las rimas. Casi siempre molestan al lector, incluso si sólo riman las vocales. Esquiva frases como esta: Tiene un color verdoso, apetitoso.
  11. No escribas frases contradictorias. A veces, ni nos damos cuenta del sentido de todas las palabras que escribimos, y tampoco vemos la relación ilógica que puede haber entre ellas. He aquí algunas frases más o menos poéticas, pero absurdas: El ocaso del sol llegaba a su cenit, El calducho estaba sabrosísimo, Era locuaz y muy parco en palabras, Al principio éramos seis, pero la muerte nos diezmó.
  12. Siempre que sea posible, llama a las cosas por su nombre exacto, y dosifica las metáforas y comparaciones. Te entenderán mejor y tu texto será más impactante. Es famoso el ejemplo que aducía Antonio Machado: un profesor escribió en la pizarra la frase Los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa. A continuación, pidió a un alumno que la transformara en lenguaje poético, y uno de los muchachos escribió: Lo que pasa en la calle.
Estos consejos no garantizan que lo que uno escribe sea sublime o maravilloso, pero al menos los lectores nos entenderán, y si no decimos absurdidades nos habremos ganado su respeto.

CONSEJOS PARA NO ESCRIBIR MAL


El estilo perfecto no existe, y por ello sería absurdo ofrecer algo semejante a una receta que permitiera a cualquier persona escribir como lo hacen los grandes autores. Sin embargo, sí existen ciertas pautas para evitar los errores más comunes en la escritura. Esas pautas, entre otras muchas, pueden resumirse como sigue.

Actividad diaria del escritor disciplinado

No todos los buenos escritores son ordenados y rigurosos en sus costumbres, pero los que aprenden a serlo, aprovechan más sus aptitudes.

  1. Conviene llevar encima una agenda para anotar cualquier idea, argumento, observación o imagen que después pueda sernos útil.
  2. Es necesario leer al menos dos veces los textos que han compuesto los otros: primero por placer, y más tarde tratando de entender cómo funciona el texto (personajes, descripciones, estructura...).
  3. Muchos escritores se ponen ante la mesa a horas regulares, para marcarse una disciplina de trabajo. Con la inspiración no basta.
  4. Escribir es el primer paso para crear cuentos o poemas, pero es más importante reescribir, sin miedo a tachar, romper y tirar. Sólo una parte de nuestras ocurrencias pueden ser buenas de verdad.
Son consejos muy generales. Ya llegará el momento de dar pautas más precisas. Por el momento, deberían ser una especie de Biblia que arrojara luz sobre el camino del iniciado y le permitiera disciplinar su creatividad.


CUENTO Y POESÍA: LEER, ESCUCHAR, ENTENDER


(Biblioteca del Trinity College, Dublín)

Este blog de lectura y creación es tan solo un pórtico que conduce a otros dos blogs, el del cuento
y el de la poesía. De una manera semejante, la lectura (que también puede ser una escucha) es la antesala que por fuerza hay que cruzar antes de crear textos literarios. Para hablar, antes ha sido necesario entender, y nadie puede entender sin escuchar, sea con los oídos o sea con los ojos.

En este pórtico, en consecuencia, aparecerán materiales compuestos por escritores y críticos para que el alumno entienda lo que lee y, si es posible, entienda y lea con agrado. Sólo cuando conozca bien esta sala, estará en condiciones de acceder a las otras dos, en las que podrá publicar sus propias creaciones para someterlas a lectura pública.